Reseña del libro Mecanismos de defensa de Laura Rojas por Didier Armas

 Reseña del poemario Mecanismos de defensa


de Laura Rojas del Toro

Por Didier Armas 



Quizá uno de los motivos por el cual recurrimos a la reseña de nuestros libros es

el reconocimiento en la otredad, la ventaja de leer la propia sangre/verso en la voz del

otro, la paradoja de habitarse en lo ajeno. He aquí que la poesía allane nuestra morada

con sus ganzúas musicales y metafóricas, porque su fin es vulnerar los edificios de la

memoria, subir hasta el último piso y lanzarse con nosotros a expensas de estrellarnos

contra la belleza, el pasmo, el terror, sucumbir.

El poemario Mecanismos de defensa de Laura Rojas ganó Mención Honorífica

en el Premio Dolores Castro, no es un poemario que adorna y alivia la vida, es un arte

que lucha y sentencia, donde la desolación es un magneto que ejerce su fuerza desde

rincones invisibles. En el poemario el yo-lirico y yo-autoral son cómplices a cada

poema, juegan con la contracción y expansión de lo íntimo, se desnuda la autora, y

también se desnuda el contexto femenino dentro de la sociedad mexicana,

específicamente en dos espacios: San Luis Potosí y Ciudad de México. La

desaparición, la violencia y el ultrajo divino hacia la mujer son temas que Laura aborda,

y nos revela el motivo y cito su poema La noche nos mira: “He perforado la tierra/ con

una sola mano/ para encontrar tu rostro/ bajo las piedras/ escuchar tu grito.” Poesía

comprometida con la perdida y el lamento de tantas mujeres desaparecidas.

Mecanismos de defensa nos habla –en un inicio- de la migración en situación de

embarazo, tanto la fisiológica, como la fecundación del poema, ambas son una carga,


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un barril de leche que se rueda a lo Sísifo hasta la cumbre, una y otra vez, y si bien a

nivel experimental es una condena, el fruto de ello son poemas autoconscientes que

teorizan sobre su inspiración: metaliteratura. Laura se basta con hacer poesía no sólo

para resistir el peso de una sociedad, sino para existir en la forma más pura de la

realización humana: el arte. Y aun así no se afirma como una poeta mártir, nos lo hace

saber en dos versos del poema Ociosa: “Nadie soporta a los suicidas, / no tardan en

santificarlos.” Este sarcasmo o escupitajo es dirigido a la hipocresía: la vida en

indiferencia y la muerte en alabanza. Platón tenía razón, el poeta y la poesía están

fuera de los límites de la justicia, sus palabras pueden ser el ariete que derrumbe los

moralismos más sintéticos de cualquier siglo, y el temor al juicio no lo mengua, ni lo

intimida, así Laura Rojas sabe –de mano propia- donde golpear para dar un nocaut

social.

Su poemario es una epopeya que parece un viaje en metro, donde las

estaciones son representadas por los escenarios poéticos: el humano degradado a

calidad de producto; la indolencia de las grandes ciudades que sucumben al

canibalismo mediático y espiritual; el reclamo a los ancestros poéticos por su abandono

–en este caso- Nezahualcóyotl; la mudanza en pos del amor y su posterior tragedia

romántica; el poema en vaivén, oleaje espumoso que vuelve y acaricia el pie o bien

estalla contra nuestras inseguridades. Es este sistema de trenes urbanos ubicados

debajo de la psique de la autora es a donde viajamos. No es el poemario monotemático

–modelo ya tan abusado en la postmodernidad-, sino que los temas son abundantes

gracias a la materia prima de Laura: el señalamiento estético que realiza como un

cotidiano.


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La maquetación de la obra Mecanismos de defensa sería imposible de

manufacturar sin la separación y la soledad. En la soledad y separación el sentido

poético se conserva fiel a sí mismo, y es libre de recordar o recrear sus más altas

determinaciones, de sentir la pesadumbre o la maravilla y plasmarlas en pixel o tinta, a

través del aprendizaje con los elementos del poema: figuras retóricas, musicalidad

consonante y vocal, minerales filosóficos que son el nutriente de cualquier metáfora

virtuosa, y aún más, la emoción que perdura en la historia universal, lección de Ezra

Pound.

Laura nos brinda una voz limpia a nivel técnico. Sus temas no son gratuitos,

detrás existen lecturas que avalan su contenido, desde Nezahualcóyotl a Sigmund

Freud, desde Ovidio hasta notas periodísticas, con ese dominio Laura posee la válvula

para abrir o cerrar el flujo de su herida durante la obra, porque decía María Zambrano:

“La poesía es la conciencia más fiel de las contradicciones humanas, porque es el

martirio de la lucidez, del que acepta la realidad tal y como se da en el primer

encuentro, y la acepta sin ignorancia, con el conocimiento de su trágica dualidad y de

su aniquilamiento final”.  La poesía es un medio para andar errante ante la belleza, para

ahuecar haces de luz, para levantar las mareas como sábanas hasta dejar el océano

como una cama perfectamente tendida y Laura lo sabe, da a sus lectores durante las

64 cuartillas de su poética el derecho de contemplar un horizonte como fondo de

pantalla al cinco por ciento de batería.




Bibliografía

Zambrano, María. “Filosofía y poesía”. México, Fondo de Cultura Económica, 2019,

pág.58.

Rojas del Toro, Laura. “Mecanismos de defensa”. México, Instituto Municipal

Aguascalentense para la Cultura/ IMAC, 2022.





Laura Rojas del Toro

 Poeta, narradora, editora, gestora, promotora cultural y activista de los derechos de niñas, niños y adolescentes con discapacidad. Ha participado como tallerista en espacios comunitarios. Su obra ha sido publicada en diarios locales y nacionales, revistas independientes y en la red, a nivel global. Fue directora de Producciones Ahí va el agua, revista cultural que se difundía en México, Centro y Sudamérica. Además, ha sido publicada en varias antologías de poetas potosinos. Ha participado en diferentes encuentros de escritores. Menciones Honoríficas: Premio Manuel José Othón 2012 y Premio Dolores Castro 2022. Actualmente es directora de la editorial Letra Púrpura y docente en la Coordinación de Arte de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 








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Didier Armas nació en San Luis Potosí, México, el día 14 de noviembre de 1988.
Estudió Odontología en UC y Lengua y Literaturas Hispánicas en UNAM FES-
Acatlán. Ponencias de obra poética en: UNAM, UAEM, UASLP, BUAP, UDG,
UAQ. Mención honorifica en el concurso Punto de Partida UNAM No.48. Becario
en el Festival Cultural Interfaz-ISSSTE, 2017. Finalista en el Certamen
Internacional Gerardo Diego de Poesía (España) 2019, con la obra “Desnace”.
Ganador del primer Premio Félix Dauajare 2023 con la obra “La última flecha”.
Publicación en Punto en Línea, Monolito, De-lirio, Campo de plumas, PUEDJS
UNAM, SECULT SLP, La Raíz Invertida, entre otras. Es miembro del consejo
editorial de la revista Caína Fanzine. Primer poemario en proceso de edición con
la Editorial Ponciano Arriaga/SECULT SLP, titulado “Desnace”.





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