Grandes Atletas Negros de Luis Alberto Arellano por Saúl Castro



Grandes Atletas Negros de Luis Alberto Arellano

Reseña por Saúl Castro

Editorial Luzzeta, 2014. México


Dice José María Sbert que “el destino de la conciencia humana es

inevitablemente nómada, una exploración constante a través del error”


Grandes atletas negros plantea esta conciencia nómada y este acto de error en

una doble premisa: el fin del discurso y el fin del acto creativo.


Ya desde las primeras líneas, Luis Alberto Arellano propone una ruta a seguir:

la ausencia de la hazaña y el tono épico, el vértigo, la convivencia de la imagen

azarosa y el riesgo progresivo de integrar sentencias, imperativos,

observaciones en el lenguaje que, de alguna forma, consideramos

estrictamente poético. Aquí, la parquedad del verso cede a su contundencia.


“Tu no existes

La boca es un error…

Tu nombre en una lista.

Tu cuerpo, o partes, en otra.

Todo en orden”


Las grandes hazañas se enmudecen ante la cotidianidad del mundo, en el

presente volumen se marca como una gran interrogante la cultura del esfuerzo.

La épica construida a partir del gran acontecimiento es devaluada en una

enumeración de objetos, circunstancias, caracteres de personalidad. Las

revoluciones, la ideología, el ascenso de la ciencia y las comunicaciones

conviven con manuales de uso, reacciones, fechas de caducidad en los

productos.


Un ejemplo: “los astronautas son reconocidos como héroes, reciben preguntas,

aplausos, programas de televisión”.


Arellano ve en la mencionada hazaña una suerte de manual:


“Lanzarse fuera

De la órbita celeste.

Equilibrio de cintura para arriba.

Encienda los motores apenas el aparato

Toque tierra o alunice..

Saber hablar en público.

Terminado el diálogo

Corra a la salida de emergencia”.


En Grandes Atletas Negros la conciencia de la realidad es vertiginosa porque

la vida es vertiginosa y, a la vez, predecible.

Estamos ante el vértigo de la previsión, del infierno, de lo que los otros nos

plantean como una pista segura y como una vida de frutos.


“No vomites en lugares públicos

A menos que sea insostenible.

Intenta mantener las manos sobre las rodillas

todo el tiempo que dure el despegue.

Prepara las preguntas y el contenido

de la charla”.


Lejos de criticar el avance de las sociedades capitalistas, Luis Alberto Arellano

plantea una crítica a la sociedad de los discursos: el vacío de las revoluciones,

de la política y la estética, del discurso mismo, de la evolución de las

sociedades. El autor parece decirnos que la evolución ha tenido su culmen en

el espacio que nos corresponde: una casa habitación, un cubículo, una línea de

producción, el transporte público, una comuna hippie (o una antro hipster)


“Entienda de equilibrios fiscales

Apriete todos los botones de pánico,

emergencia y solidaridad que encuentre.

El instructivo es una coincidencia

de carcajadas y mala fe”.


La realidad se plantea como piezas de ascenso al conocimiento total y, al

mismo tiempo, a la imposibilidad del mismo. Son -más bien- opciones de ver.

Opciones de historias, sentencias, argumentaciones y campos semánticos.


La poesía de Luis Alberto parece buscar la articulación de una pregunta entre

un universo de respuestas: frente al agotamiento del discurso de la realidad

está -básicamente- el agotamiento del discurso literario.


“Esto no es un poema

Es una dosis de mercurio

Es un tratado de geometría

Es una casa en el desierto

Es un gran plato de nada

Ed dolor tisular

Es el título de un libro

Es un pronto alivio

Es una catálogo de signos

Es oración suspendida

Esto no es un poema”.


Sin fundación divina que certifique la palabra, el lenguaje no posee un nexo

privilegiado con la verdad. El destino de la conciencia del hombre es, como

decía al inicio, “una conciencia inevitablemente nómada”


“Hemos Preparado un grand finalle

Mezcla de funeral vikingo y celebración de quince años

Todo irá colapsando, pero no sabemos en qué orden

y en qué momento”





Luis Alberto Arellano (1976-2016) Docente, ensayista y poeta. Entre sus libros se

encuentran: Erradumbre (Mantis, 2003); De pájaros raíces el deseo (Écrits des

Forges/Mantis 2006), ; Plexo (FETA, 2011); Bonzo (Ediciones El Quirófano, 2012);

Contranatura (Editorial Ponciano Arriaga & Editorial Torbellino, 2015). Parte de su obra

poética y de sus ensayos han sido traducidos al catalán, inglés, alemán, portugués, árabe y

francés.



Saúl Castro Tapia (1978) Lic. en Ciencias Políticas y Administración Pública. Premio

Nacional de Poesía Joven “Salvador Gallardo Dávalos”, 2002; Premio “Manuel José Othón”

de Literatura, 2004.

Ha publicado La materia del presagio (ICA, 2003), El arsenal y la defensa (Ed. Verdehalago,

2007), Nombrar el paraíso (Ediciones del Ayuntamiento de San Luis y Ediciones Sin

Nombre, 2008)

Ha sido Coordinador de Literatura en el Centro de las Artes de San Luis Potosí,

Coordinador de Literatura en el Instituto Potosino de Bellas Artes y docente en diversas

instituciones educativas. Actualmente es subdirector de la Biblioteca Central del Estado

Comments

  1. Excelente reseña de un libro que no debe pasar desapercibido, a pesar de que su autor ya no está con nosotros. Celebro la labor de mantener en el diálogo los poemarios que ya llevan un tiempo en nuestras bibliotecas. Estoy muy de acuerdo con esto de que uno de los temas de Grandes atletas negros es el agotamiento de los discursos en la sociedad del siglo XXI, creo que en el momento de su publicación no se hablaba mucho del término "posverdad", pero siento que hacia allá va la crítica social en este libro.

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