Un simple libro de baladas de Mario Alonso por Saúl Castro

 Un simple libro de baladas de Mario Alonso

Por Saúl Castro





Si hay algo que no se puede escatimar en la obra de Mario Alonso es el

riesgo. Un constante, provocativo, honesto y, no pocas veces, brillante

riesgo.

Frente a las nuevas manifestaciones de una poesía que, a consecuencia del

avance de las sociedades de la información, desborda en medios y

herramientas para generar hallazgos o revelaciones automáticas, el riesgo

poético es casi una virtud.

Y no me refiero de manera ligera a que la experimentación en nuevos medios

y nuevas herramientas carezca de valor, más bien me interesa señalar que la

búsqueda de la auténtica poiesis –en el sentido estricto- no dependa

exclusivamente del recurso, sino más bien de la contemplación.

No es lo mismo experimentar para que ocurra eventualmente un suceso

poético, que iniciar la búsqueda, equivocarse o sacrificar, a veces, los códigos

imperantes para obtener el hallazgo.


Desde Variaciones sobre un retrato hablado, Mario Alonso ha sido dueño de

su riesgo. Orientado por esa instintiva y virtuosa facilidad para el canto

íntimo y melancólico, Mario ha construido una obra lírica potente a partir de

tres variantes: la hipocresía de una sociedad en decadencia, las

representaciones simbólicas de objetos en escenas familiares y el amor.

El presente volumen da cuenta de ello.

Sería más fácil… si aquella primavera tuviera hermanos, si todo fuera un

discurso simple y llano, sería muy fácil, días bisiestos,


Sería más fácil cuando jugábamos a escupir más lejos y

derribar palomas, poner sílabas más allá del campanario,

buques y matracas sibaritas, doctos sin escapulario,

intoxicados en la esquina de qué importa, perdedores en mundo

perdidos, ciegos, ebrios, vacíos de nosotros,

Pero no fuimos los mismos, ni todo fue lo mismo,

porque existen recuerdos que se rompen, y hay que barrerlos…


Desfilan en Un simple libro de baladas muchas de las obsesiones presentes

en su obra anterior. La terca y decepcionante aparición de la realidad en

Breve Luz se emplaza en el descubrimiento de la ironía como recurso y el

canto como una exposición: “amar no es un final sino el principio/ el reino

sigue ausente” o “Tal vez ella y yo éramos recuerdos/ de otro recuerdo/ de

alguien/ soñando de pie en algún rincón”.

La búsqueda incesante del objeto, del símbolo íntimo, más no místico, de

Apariencia de árbol y la desconcertante mirada de las cosas y las personas

de Murmullos.

Contrario a lo que se pudiera pensar, Mario no tiene problema, estoy seguro,

de lo que piense el más rígido erudito o el menos hábil de los lectores con

respecto al título abordado. Francoise Villón o Goethe, Manuel Alejandro,

Rafael Pérez Botija o Roberto Cantoral, llámese “Balada de los ahorcados”,

“Balada de Mignion”, “Amar y querer” cantada por José José, “Todo se

derrumbó” de Emmanuel o “El triste” con Lucho Gatica. De ahí su

provocación, de ahí su riesgo.

Cito el poema “Balada de lo que extrañamos”


Nadie ve sus rencores/ sólo siente/ nadie ve más allá de

oscuras cicatrices/ cree recordar/ olvida o da secreta

piedad/ pero en colinas del llanto guardamos barajas de

familia, sus nombres/ …

días de gozo y vino/ lazos más allá de lo nombrado/

Mi padre extraña a su padre/ todos

extrañamos imposibles/ No se toca piedra antigua sin salir

indemne/ ni pisa ríos sin llevar su mordedura…


Lejano a mundos conquistados por las nuevas tendencias, Mario Alonso

conserva lo que es fundamental en la literatura: la búsqueda inacabada de

ese instante que parece decirnos algo, que calla, que rodeamos y perdemos

en el trayecto o en su rastro, en su error y en su acierto: la poesía.








Mario Alonso López Navarro. Nació en 1959 en la Ciudad de Guadalupe, Nuevo León,
México. Docente, editor y promotor cultural.
Perteneció al taller literario de Miguel Donoso Pareja 1978-1982. Imparte gratuitamente un
taller para jóvenes desde 1989 a la fecha. Como editor ha publicado las siguientes
colecciones: "Cuadernos othonianos 1995-1998" (16 títulos) y "Cuadernos amerhispanos
2005-2016" (27 títulos). Publicó las siguientes antologías de poesía potosina: "Versos de
arena"; "50 años de poesía potosina (cd interactivo)"; "Poesía potosina"; "Antología de
poesía potosina Cobach-instituto de cultura". Organiza el Festival Internacional de Poesía
ABBAPALABRA en San Luis Potosí y en el Estado de México, con la intervención de más
de 15.000 alumnos.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: "Solo La luz Rompe el Silencio" (Dos filos-
Universidad Autónoma de Zacatecas 1982. "Breve Luz" (Boldo Y Climent, Querétaro 1989).
"Variaciones Sobre un retrato hablado" (Cuadernos Othonianos 1991). "La Densidad del
Aire" (UNAM 1991). "La Apariencia del árbol" (Desierto-Instituto de cultura Aguascalientes
1999). "Murmullos" (Secretaria de Cultura San Luis Potosí 2005). "Un simple libro de
baladas" (Colectivo Editor Latinoamericano POEMANIA, San Nicolás, Argentina, 2016). Su
obra ha sido traducida al Flamenco, al Francés e Inglés.



Foto del portal de Oye Veracruz




Saúl Castro Tapia (1978) Lic. en Ciencias Políticas y Administración Pública. Premio
Nacional de Poesía Joven “Salvador Gallardo Dávalos”, 2002; Premio “Manuel José Othón”
de Literatura, 2004.
Ha publicado La materia del presagio (ICA, 2003), El arsenal y la defensa (Ed. Verdehalago,
2007), Nombrar el paraíso (Ediciones del Ayuntamiento de San Luis y Ediciones Sin
Nombre, 2008)
Ha sido Coordinador de Literatura en el Centro de las Artes de San Luis Potosí,
Coordinador de Literatura en el Instituto Potosino de Bellas Artes y docente en diversas
instituciones educativas. Actualmente es subdirector de la Biblioteca Central del Estado.



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