Yax de Miriam Moramay Micalco por Jeanne Karen
Yax,
de Miriam Micalco, viaje a un universo extraordinario.
Yax
es un libro donde habitan nociones de la vida, el ser, el conocimiento, la
ciencia, unidos en un tejido delicado de versos y algunas rimas, y donde
también la prosa da cuerpo a descripciones de lugares, seres, colores, formas.
Miriam
Moramay a través de la imaginación y sus palabras nos lleva a cerrar los ojos y
pensar en Yax como un sitio, como un
punto en el horizonte, como la mezcla de los tonos del inicio de la existencia:
azul y verde, ambos profundos, azulverde, verdeazul, que en la mirada de un
poeta son el nacimiento del tiempo, del agua, de la tierra, de los elementos
que conocemos, son también el encuentro de miradas, de presencias.
En
Yax, azulverde, nace el día y la noche, la piedra y el río, crece la selva y
sueña el bosque, se extiende la arena del desierto ante la caída del sol.
Yax
es la intuición de Moramay, es su propio espíritu en brotes, verde,
manifestándose, es su amor por el otro que es ella misma, es su deseo, es el
impulso por poner en palabras lo que lleva en su corazón, lo que para su mente
es claridad, y lo entrega a los ojos del lector como una maravilla: una
explicación bella y sencilla sobre el futuro, sobre sus anhelos, ella nos habla
desde su visión de científica, nos comparte, nos dice que tiene esperanza en el
porvenir, donde nos cuenta que debe haber una fuente de energía más limpia,
energía que surja de la propia materia, del propio ser, sin necesidad de
combustión, solamente al otorgarle
impulsos y estímulos a los átomos y a otras partículas, porque la vida está
formada de seres y objetos vibrando, dando fuerza, luz y perfección.
En
el libro Moramay habla del amor y la muerte en un verso dedicado a su hermana:
“ya sólo somos un suspiro entre dos mundos”, con esas palabras la autora nos
enfrenta a dos posibilidades como en un experimento de física cuántica, estar
en dos realidades al mismo tiempo, como el gato de Schördinger, el amor como la
vida, la muerte como la trascendencia del amor, desprenderse de un cuerpo para
iniciar la existencia en otro cuerpo amado por ser etéreo, polvo luminoso.
Inicia ahí también su diálogo con las estrellas, nos recuerda a Carl Sagan y su
clarísima frase “somos polvo de estrellas”, que la autora menciona con cierto
arrebato de alegría en uno de los textos. Para ella su hermana seguirá siendo
una luz viva.
Durante
la lectura uno se encuentra con rincones del cosmos, pero también con los
mundos dentro del nuestro, como esas lagunas misteriosas de las que habla
Moramay, donde una mujer es tranquilidad, es paz, es el horizonte que se
manifiesta como un todo, agua, tierra y cielo se funden para formar Yax.
Ya
casi al final del libro, me sorprendió el azulverde, verdeazul de mi propia
existencia, del agua de mis recuerdos emergieron los lirios con sus hojas
brillantes. Moramay describe con precisión los días de su infancia, su amor por
los libros, las canciones de Cri-Cri, sobre todo nos regala la sensación de que
la vida sigue, bajo un sol radiante, todavía azulverde se manifiesta, corre,
danza. Al leer la palabra Tierranueva, imagino un lugar árido, perdido entre
los cerros, un puntito en el Yax, un ombligo, el origen.
Quiero
que algunos de los versos y de las frases del libro se queden conmigo, me llevo
la idea por ejemplo de “comer vida no muerte, como son los cadáveres de los
animales”, estas palabras son impactantes para mí, porque desde pequeña siempre
me sentí animal también, al nadar era un pez, al elevar mi espíritu era ave y
al devorar la carne de otra bestia fui depredador, al comer su precioso cuerpo,
he tomado también parte de su ser, al que prometo honrar en mi propia sangre,
en mi vida, en mis actos, en la catedral que forma mi columna con la pureza de
todos los huesos.
Lean
el libro de Moramay, van a acercarse un poco más a la hermosura inquietante del
silencio, silencio azul, azulverde, verdeazul, silencio agua, silencio nubes,
silencio de una mujer que ha unido todo su ser al cosmos, su corazón está
habitado por el amor, la compasión y la vida, sus ojos contienen polvo estelar
y en sus versos se quedan las palabras vivas en verdeazul, azul y verde.
Moramay
nos quiere mostrar con dulzura una leve esperanza, un sueño.
San Luis Potosí, México, 30 oct 1963. Miriam Moramay es escritora, investigadora educativa, asesora, y formadora de profesores en el ámbito de las matemáticas desde un enfoque etnomatemático a partir del contacto con los grupos mayas tzeltales de los Altos de Chiapas. Elaboró el método Aprender matemáticas sin matemáticas para ayudar a estudiantes con dificultades en el aprendizaje. Sus intereses académicos en ciencia y pedagogía la han llevado a interactuar con múltiples grupos culturales por lo que el tema de la diversidad cultural y la cosmovisión indígena atraviesa sus producciones académicas y literarias. En 2017 se publicó su primera obra literaria, Yax.
Jeanne Karen
Jeanne
Karen es poeta, novelista, editora, periodista, activista cultural, columnista.
Nació en la ciudad de San Luis Potosí el día 14 de mayo de 1975. Tiene alrededor
de quince libros publicados, entre ellos: La luna en un tatuaje, (Editorial
Verdehalago, 2003, CDMX), El club de la tortura (Ediciones Sin Nombre, CDMX
2005), El gato de Schrödinger (Editorial
Ultramarina, Sevilla 2012), Cementerio de elefantes (Ediciones Fósforo, CDMX,
2013), Púrpura Nao (Editorial Grito Impreso, San Luis Potosí, 2018), Menta
(Editorial Ponciano Arriaga, 2019, San Luis Potosí, con ese título ganó el
Premio 20 de Noviembre del 2018, por tercera ocasión), La vida no es tan
clásica, (Editorial Zeta Centuria de Argentina, 2022), nueva edición de El gato
de Schrödinger por la editorial del Instituto de Física de la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí en 2023. Ha sido invitada a importantes encuentros
de escritores, el más reciente fue el Festival Internacional de Poesía Bogotá,
dedicado a treinta poetas que escriben en lenguas romances, representó a
México. Su obra ha sido difundida en medios impresos y electrónicos. Ha
sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en la categoría de creadores
con trayectoria y ha ganado varios premios, entre ellos el Premio Manuel José
Othón, en tres ocasiones y el Premio Nacional de Poesía Salvador Gallardo
Dávalos en 1999. Una escuela de nivel
básico lleva su nombre. Por el momento prepara cuatro libros de poesía y dos
novelas, además uno de ensayo literario, un libro de memorias y otro de
cuentos.
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